Por: Roberto Mesa Matos.
Las más de dos mil composiciones del conocido
como Rey de la
Improvisación refrendan a su Banda como la única de la Mayor de las Antillas que no
ha acudido en su trayectoria a autores ajenos para mantener
líneas melódicas o alguna
temática dentro de su repertorio, permitiéndole así bailar en casa del trompo
sin perder en ningún lance.
Pero, ¿qué posee Cándido que es capaz de mantener a
miles y miles de personas por más de seis horas bailando y en ocasiones
amanecer?
Sencillamente, respeto por quienes acuden a las presentaciones,
personas que no escatiman en pedir otra y otra interpretación luego de que se
anuncia el cierre del concierto. A aquel
valor Fabré le adereza el temple y carisma de las grandes figuras, la simpatía
y el conocimiento a pie juntillas de las
preferencias musicales del pueblo, sin
apartar la esencia que enarbola desde hace más de 35 años: el genuino son
cubano.
Fabré llega a cualquier sitio en la Isla y se confunde entre
lugareños, al reciprocarse el cariño y ser incapaz de negar un autógrafo, una mano,
una foto o la calidez de un fraterno abrazo. La química entre artista y
admiradores surge al instante arropada por la sencillez y la humildad.
“De casa en casa, de barrio en
barrio, de pueblo en pueblo” va este cantor junto a su Banda, sin dudas,
conquistador de multitudes, conmoviendo almas,
provocando euforia y sembrándose del lado izquierdo del pecho de quienes
reconocen en él a una estrella musical.
Cada concierto es un reto para el
artista y experiencia única para los espectadores que, desafiando el sueño,
eligen no perder un segundo y junto a su ídolo mantenerse en pie esperando el
nuevo día.
Quien no haya tenido la
oportunidad de palpitar junto a este sonero, deslenguado y arrebatador, acérquese
a unos de los escenarios donde él sea protagonista y vivirá, por más que haya
vivido, lo que le falta por vivir y atestiguará la objetividad de mis palabras.
Hoy, desde el Cabo de San Antonio
hasta la Punta
de Maisí, “niños, jóvenes, adultos, medios tiempos, tiempos enteros” - como
acostumbra a expresar Fabré- tararean y piden muchas de sus canciones, entre
ellas el más reciente exitazo, “Hello,
Baby”, que bajo su firma, cantan además
Laritza Bacallao y Juan Guillermo (JG).
Lamentable, los medios de difusión
nacionales ignoran muchas veces que Cándido Fabré Fabré, el Hijo de Sixta, es
ícono dentro del pentagrama musical cubano, convirtiéndolo, de esa manera, en
Patrimonio Popular.
Muchas ciudades cubanas esperan para
celebrar este verano 2014 sus fiestas populares y no paran de solicitar la
presencia de Cándido Fabré y su Banda. Ese es, justamente, el más grande premio
a un inmenso creador que improvisa, el amor incondicional de miles de
admiradores.
“A la hora que me llamen voy, yo
soy de este pueblo, de Cuba vengo y a Cuba voy”, entre otros estribillos, dan
fe del patriotismo de este cubano de San Luis, valiente como Maceo y fuerte
como el caguairán. Allí estará junto a
los suyos porque es de pueblo, del pueblo viene y al pueblo va.
Grande Fabré, 100 % sabor ritmo, y cubanía...♪...♥...
ResponderEliminarMuchas gracias Roberto Alberto Mesa... por tus lindas publicaciones...
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